Perú firma el Tratado de Alta Mar
¿Qué implica y por qué genera controversia?
Durante la Cumbre de los Océanos realizada en Niza, Francia, la presidenta Dina Boluarte firmó el Tratado de Alta Mar, también conocido como BBNJ (Biodiversity Beyond National Jurisdiction). Se trata de un acuerdo internacional promovido por la ONU que busca proteger la biodiversidad marina en zonas fuera de las jurisdicciones nacionales, es decir, más allá de las 200 millas náuticas de cada país.
¿Qué es el Tratado de Alta Mar?
El BBNJ fue adoptado en 2023 tras casi dos décadas de negociaciones. Su objetivo principal es establecer reglas claras para conservar y usar de forma sostenible la biodiversidad marina en aguas internacionales, que representan aproximadamente dos tercios de los océanos del mundo.
Los ejes principales del tratado incluyen:
- Creación de áreas marinas protegidas donde se restrinjan actividades como la pesca industrial o la minería submarina.
- Aplicación de evaluaciones de impacto ambiental para nuevas actividades en alta mar.
- Regulación del acceso a los recursos genéticos marinos y distribución equitativa de sus beneficios.
- Impulso a la cooperación científica y financiera internacional, con apoyo a través de un fondo global.
Compromisos asumidos por el Perú
Con más de 3,500 km de costa y una biodiversidad marina valiosa, Perú se suma al tratado con el compromiso de:
- Identificar nuevas áreas marinas que puedan ser protegidas.
- Implementar medidas para la protección de especies migratorias, como la ballena jorobada.
- Participar activamente en futuras negociaciones sobre temas como la contaminación por plásticos.
La presidenta Boluarte señaló que esta decisión reafirma el compromiso del país con la gobernanza global de los océanos y la equidad intergeneracional.
Críticas desde el sector empresarial
A pesar de las intenciones ambientales del tratado, diversos gremios empresariales —como ComexPerú, la Sociedad Nacional de Industrias (SNI) y la Sociedad Nacional de Pesquería (SNP)— expresaron su rechazo al acuerdo.
Según su comunicado, el BBNJ podría:
- Imponer restricciones innecesarias a la actividad pesquera.
- Debilitar a organizaciones como las Organizaciones Regionales de Ordenación Pesquera (OROP), consideradas efectivas en la gestión sostenible.
- Atentar contra la inversión privada y la seguridad alimentaria, al no haber sido consultados actores clave como gremios, ministerios técnicos o el Instituto del Mar del Perú (IMARPE).
También señalaron que el tratado habría sido impulsado por ONG internacionales con agendas que —según los gremios— podrían dañar sectores productivos como la pesca.
¿Se compromete la soberanía del Perú?
El Ministerio de Relaciones Exteriores negó categóricamente que este tratado afecte las 200 millas de dominio marítimo nacional. El canciller Elmer Schialer afirmó que el BBNJ no interfiere con la soberanía nacional, ya que se aplica únicamente en alta mar, donde ningún Estado tiene control soberano.
Especialistas en derecho ambiental también han aclarado que se trata de un acuerdo ambiental y no pesquero, y que su finalidad es llenar el vacío legal existente en más del 60 % de los océanos que no están bajo control nacional.
¿Qué viene ahora?
Para que el tratado entre en vigencia a nivel mundial, se requiere que al menos 60 países lo ratifiquen. A la fecha, 115 lo han firmado y solo 32 lo han ratificado.
En el caso de Perú, tras la firma en la cumbre, el tratado debe ser evaluado y ratificado por el Congreso de la República para su implementación efectiva.
El Tratado de Alta Mar representa un avance hacia la protección de los ecosistemas más olvidados del planeta. Sin embargo, como toda política ambiental internacional, su éxito dependerá del diálogo entre el Estado, los gremios productivos y la sociedad civil, asegurando que el cuidado del planeta no excluya la realidad económica ni social del país.
Nota: Este artículo fue elaborado a partir de diversas fuentes informativas y comunicados oficiales publicados hasta el 13 de junio de 2025.